Hoy vengo con una curiosidad más: ¿cómo elaboran la miel las abejas? Como ya sabéis, es una de las principales tareas que realizan, y por la que son más conocidas.

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El proceso que siguen las abejas, empieza por ir absorbiendo el néctar de las flores con su pequeña lengua. Una vez realizada esta acción, lo guardan en su buche y viajan de vuelta a la colmena.
Una vez llegan a la colmena, pasan el relevo a las obreras más jóvenes, que son las encargadas de volver a salir para recolectar más néctar. Pero antes se encargan de ayudar a descargar a las que retornan de su aventura.

Este proceso es largo y puede durar unos días, ya que los factores externos juegan un factor importante. Consiste en depositar el néctar en las celdas de las colmenas hasta que pierda toda la humedad necesaria, o lo que es lo mismo, hasta que alcance su nivel de maduración perfecto. Una vez las abejas comprueban que está en su punto óptimo, guardan la miel. Es decir, sellan la celda con una finísima capa de cera. Un proceso que es conocido como “operculado de celdas”.

En todo este proceso ocurre algo muy curioso, y es que cuando las abejas están deshidratando el néctar, utilizan esta pérdida de humedad para refrigerar su hogar, como si de un ventilador se tratará.

Y esta es la forma en la que las abejas realizan la miel. Una manera que aunque parece sencilla, requiere mucho esfuerzo y muchas abejas.
Si quieres descubrir más curiosidades como esta, entra en el apartado CURIOSIDADES del blog de la Abeja Paca.
Cómete el día,
Tostada