¿Cómo estáis tod@s? Después de tantas historias sobre la vida de las abejitas, dónde vivimos y cómo trabajamos, hoy os traigo algo un poco más informativo para que me conozcáis todavía mejor, por dentro y por fuera.
Hoy os voy a hablar de la morfología de las abejitas (y la mía claro). Aprenderéis las partes de nuestros cuerpecitos y las funciones de algunas de ellas. ¡A este paso te convertirás en un experto total de las abejas!

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Para empezar, al igual que vosotros los humanos, nosotras también tenemos una estructura corporal. Todos estáis compuestos por las mismas partes: cabeza, tronco y extremidades. Nosotras las abejitas también. Nuestra morfología es similar a la de los demás insectos pero con algunas diferencias. Así, mi cuerpecito y el de mis compañeras se divide básicamente en cabeza, tórax y abdomen.
Dichas partes están unidas y se mueven entre sí. Tenemos una parte externa más dura que el resto del cuerpo que nos sirve de protección y de escudo. Además, el esqueleto externo que tenemos, está compuesto de quitina, una sustancia que nos ayuda a estabilizamos a la hora de volar y movernos por la colmena.
Voy a empezar por la cabeza, una de las partes más importantes de nuestro cuerpo, ya que sin ella no podríamos ver ni comer. Nuestra cabecita tiene forma de triángulo acompañado de unas antenitas que nos permiten percibir lo que nos rodea. Los ojos de las abejitas son de lo más peculiares, ya que están divididos por numerosas facetas hexagonales y cada una de estas facetas por más ojitos (el número depende del tipo de abeja que seas).

En cuanto a las patitas, las tenemos divididas en tres partes y para que puedan moverse se dividen en nueve más (artejos). Las patas son una parte fundamental de nuestra anatomía, ya que se encuentran elementos esenciales para, por ejemplo, la limpieza de nuestras alitas y unos dispositivos para poder recoger y almacenar el polen que necesitamos transportar a la colmena. También se encuentran otros elementos que los empleamos para poder recoger las láminas de cera que posamos en los panales.

Así, ya habéis conocido como somos las abejitas y cuáles son las funciones de la mayoría de las partes de nuestros cuerpecitos. Lo que si que tenemos dentro de todas nosotras es ese amor y cariño incondicional que le ponemos a todo nuestro trabajo en el momento de crear vuestra miel.

Con cariño,
Paca